domingo, 23 de abril de 2017

PLAZA DEL AYUNTAMIENTO DE LA VILLA DE LA OROTAVA (I)



Fotografía tomada en los años veinte del siglo años XX recién colocado su actual pavimento, con la vegetación recién plantada, destacando las ocho palmeras en vía de crecimiento, quedan siete, ya que una fue destruida por el mal uso que se le está dando consistente en amarrar en ella la lona para cubrir la plaza durante la confección del magno tapiz de tierras del Teide.
En su zona central vemos un grupo de Boy Scout juvenil.
En la parte norte la soleada calle La Carrera de Escultor Estévez, que el tiempo no está dando la razón referente a su destino peatonal.
Curiosamente se observan los originales macetones (destruidos de muy mala manera), que diseñó el arquitecto don Mariano Estanga, y que enredan con el estilo de los balaustres que aún se conservan.

El amigo y compañero de docencia JUAN J. MARTÍNEZ SÁNCHEZ. En su libro “LA OROTAVA, SUS CALLES, SU HISTORIA” en las páginas 6, 7, y 8, nos habla de La plaza del Ayuntamiento, con unos mil novecientos metros cuadrados.
Plaza que forma una cátedra del alfombrísmo orotavense, donde cada año se desarrolla la pincelada sobre sus losetas con tierras de diferentes colores de nuestro padre Teide: “…La visita del Rey Alfonso XIII, en 1906, hizo que la Corporación ofreciese al monarca el homenaje de dar su nombre a la Plaza del Ayuntamiento. Por acuerdo de 23 de marzo de ese año la Plaza se llamaría de Alfonso XIII. El propio Rey descubrió la lápida con su nombre el día 28 de mayo de 1906.
Pero la Plaza, todavía en ese tiempo, no era más que un espacio de tierra con unas pequeñas palmeras. Fue en el año 1910 cuando la Corporación se planteó la necesidad de construir la plaza y a tal efecto nombró una Comisión. Entre los acuerdos de la misma cabe destacar: abrir una suscripción popular de ayuda, organizar espectáculos (cine, peleas de gallos,), pasar oficios con petición de donativos a varias instituciones.
En abril de 1911 se acuerda nombrar a D. Mariano Estanga arquitecto encargado de realizar el proyecto de obras. Dado que las ayudas habían sido escasas y las obras no prosperaban, el Alcalde D. Tomás Pérez y Acosta se comprometió a adelantar de su peculio particular 12.125 ptas., importe total del proyecto, que le serían devueltas cuando el Ayuntamiento pudiese. D. Tomás perdonó primero la devolución de 5.125 ptas. y su viuda, un año después, condonó el resto de la deuda.
La Plaza Alfonso XlII, tal como hoy se nos ofrece, fue inaugurada el 7 de abril de 1912, día de Pascua, con actos oficiales (jura de bandera de los reclutas del Regimiento de La Orotava) y populares.
Recién instaurada la Segunda República en España, el Alcalde orotavense propuso a la Comisión Gestora Municipal, en mayo de 1931, que "a la actual plaza de Alfonso XIII se le dé el nombre de Plaza de La República".
Terminada la Guerra Civil Española, la Corporación municipal tomó la decisión de cambiar el nombre de la Plaza y que se llamara General Franco (Sesión de 30 de septiembre de 1939).
En la actualidad se llama Plaza del Ayuntamiento por acuerdo plenario de estos últimos años.
En el lugar que hoy ocupan el Ayuntamiento y la Plaza existió un convento iglesia de las monjas de Santa Clara, hasta finales del siglo pasado. La necesidad que tenía el pueblo de La Orotava de locales públicos (Ayuntamiento, escuelas, juzgado, etc.) llevó a la Corporación a adquirir los terrenos del citado convento para, una vez demolido, dado el estado ruinoso en que se encontraba, construir el actual edificio y la plaza.
Las obras del Ayuntamiento fueron dirigidos por el arquitecto Antonio Pintor Ocete y se terminaron en 1895. Este mismo arquitecto realizó el primer plano proyecto de la plaza. Antes que terminaran las obras ya se había dado a la Plaza su primer nombre. Fue un acuerdo municipal del año 1889. Se llamaría Viera y Clavijo.
Acontecimiento tan importante para La Villa como la visita del Rey Alfonso XIII, en 1906, hizo que la Corporación ofreciese al monarca el homenaje de dar su nombre a la Plaza del Ayuntamiento. Por acuerdo de 23 de marzo de ese año la Plaza se llamaría de Alfonso XIII. El propio Rey descubrió la lápida con su nombre el día 28 de mayo de 1906.
Pero la Plaza, todavía en ese tiempo, no era más que un espacio de tierra con unas pequeñas palmeras. Fue en el año 1910 cuando la Corporación se planteó la necesidad de construir la plaza y a tal efecto nombró una Comisión. Entre los acuerdos de la misma cabe destacar: abrir una suscripción popular de ayuda, organizar espectáculos (cine, peleas de gallos,...), pasar oficios con petición de donativos a varias instituciones.
En abril de 1911 se acuerda nombrar o D. Mariano Estanga arquitecto encargado de realizar el proyecto de obras. Dado que las ayudas habían sido escasas y las obras no prosperaban, el Alcalde D. Tomás Pérez y Acosta se comprometió a adelantar de su peculio particular 12.125 ptas., importe total del proyecto, que le serían devueltas cuando el Ayuntamiento pudiese. D. Tomás perdonó primero la devolución de 5.125 ptas, y su viuda, un año después, condonó el resto de la deuda.
La Plaza Alfonso XIII, tal como hoy se nos ofrece, fue inaugurada el 7 de abril  de 1912, día de Pascua, con actos oficiales (jura de bandera de los reclutas del Regimiento de La Orotava) y populares.
Recién instaurada la Segunda República en España, el Alcalde orotavense propuso a la Comisión Gestora Municipal, en mayo de 1931, que "a la actual plaza de Alfonso XIII se le dé el nombre de Plaza de La República". Así se acuerda.
Iniciada la Guerra Civil Española, la Corporación municipal tomó la decisión de cambiar el nombre de la Plaza y que se llamara General Franco (Sesión de 30 de septiembre de 1926). Popularmente siempre se dijo Plaza del Ayuntamiento, tal como está estipulado en la actualidad…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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