viernes, 26 de mayo de 2017

LA ASOCIACIÓN DE ALFOMBRISTAS



Foto correspondiente a la alfombra de flores del año 2012 dedicada al Santísimo Cristo de la Columna que se venera en el templo parroquial de San Juan Bautista de La Villa de La Orotava del sevillano Pedro Roldan y Onieva, confeccionada por el amigo; Juan Pérez Domínguez y su equipo de colaboradores, que llevan más de cincuenta años confeccionando el efímero tapiz donde en antaño lo realizaba el recodado alfombrista don Norberto Perera en la orotavense calle La Carrera.

Las fiestas del Corpus Christi, se celebra en la iglesia latina el Jueves siguiente a la octava de Pentecostés, fiesta de la Santísima Trinidad, para conmemorar solemnemente la institución de la Sagrada Eucaristía. Fue precisamente Juliana de Cornellón nacida el año 1193 en Retinnes, junto a Lieja, la que instruyó la fiesta de Corpus, mujer educada entre las monjas agustinas del monte Cornellón, donde se hizo religiosa y llegó a ser Superiora, desde pequeña sintió particular devoción hacia el Santísimo Sacramento, siempre que se ponía en oración, le pareció ver la Luna Llena obscurecida por un lado, imagen conque el Señor quería representarle. En La Orotava desde hace muchísimos años, se celebra la festividad del  Divino Redentor, fueron las señoritas; Leonor, Pilar, María Teresa, en  el siglo pasado, -señoritas de la casa de Monteverde-,  las que crearon el arte de la alfombra en la Villa en plebiscito a la Divina Majestad, que recorre las calles pinas de la Villa en unas Andas  de plata repujada de triple cuerpo, confeccionada por el platero villero  Felipe Acosta, artífice perteneciente a una familia orotavense de inspiración artística. Un mayordomo llamado "Valladares" inventa los corridos, levanta círculo de rosas sobre arco de toneles. Pero, ¿quién era Valladares..?, Don Juan del Castillo y León manifiesta, que era un hombre ingenioso, ocurrente, amigo de turbios sacrificios báquicos.  Llamó a sus corridos "saragatas", con ellos los tapices se enlazan entre sí lo que empezó siendo "la alfombra" en singular de una familia prócer se convierte en "Las Alfombras" en plural de La Orotava. ¿Cómo nacieron las alfombras en la Villa..?.
Según el amigo de la infancia de mi calle El Calvario de la Villa de La Orotava, Licenciado en Derecho Técnico de la Administración del Estado jubilado, Villero de Honor y pregonero; Juan del Castillo y León dice en su libro “Esencias de La Orotava”: “… Que todo empezó en junio de 1846. El escenario es la estrecha calleja de los jesuitas, a la sombra de una tapia con música de acequia y copla de molinera. Tres hadas de nuestro cuento: Leonor, María Teresa, Pilar. Leonor es la viuda otoñal que aporta la iniciativa; la creación es de María Teresa, y Pilar, la sobrina dócil, separa las rosas de las margaritas, los geranios de los girasoles…”
Diseñado el anticipo floral, me introdujo en la alabanza de la historia, evidentemente el catorce de Noviembre de 1991, se constituye en la Villa de La Orotava, una asociación de alfombristas y amigos de las alfombras para acoger a la regularización, realización, fomento, conservación, mejoramiento, defensa y difusión de los intereses y servicios que afectan a la elaboración de las Alfombras de Flores y Tierras naturales, en la Fiesta Anual del Corpus Christi y en otras fechas que por cualquier razón hubiera de realizarse alguna. Su primera directiva compuesta por las siguientes personas; Presidente, Jesús Rodríguez Delgado; Vicepresidente, Jesús Ruiz Hernández; Secretario, Javier Quintero; Tesorero, Blas Trujillo; Vocales: Eustaquio Bello, Nicandro González, Nicomedes Rodríguez, José Miguel Salamanca, Francisco Domínguez Castilla, José A. González Hernández, Jesús Bautista Trujillo, Juan Pedro Escobar, Felipe Hernández y Hernández; Representante de la Iglesia Católica, Rvo. Jacinto Barrios Acosta y Demetrio Mesa; Representante del Ayuntamiento, Isaac Valencia Domínguez y Martín Escobar Pacheco. Un gran arquetipo, convertido en institución, compuesto por personas idóneas amantes del arte floral de nuestra Villa, abocado a la analepsia de las centenarias querencias villeras de las alfombras, en respeto a la esplendidez de la efemérides,  en homenaje al celestial Bienhechor .
El desaparecido cronistas tinerfeño-orotavense Álvaro Martín Díaz, el llorado Almadi, el Jueves de Octava del Corpus, las calles de su Villa le olían a aroma, a efluvio, recordaba su infancia, manifestaba que el arte de su pueblo no debería nunca sucumbir, las alfombras eran su vida, era la vida de los orotavense. Desde su balcón del periódico tinerfeño desaparecido "La Tarde" lanzaba su aullido, en señal de manifiesto de sus alfombras, de las alfombras de La Orotava. En el olvidado semanario "Canarias" del veinte y nueve de Septiembre de 1956, le dedicaba a su Orotava un Soneto sobrenatural; “…Yo te amo entera. Desde los altares / Que tienes en tu cumbre prodigiosa / -tabernáculo al centro de los mares- / Hasta la rinconada más umbrosa. / Monfaraz caserío de mis lares, / Aupándote en la isla más graciosa / Que Dios quiso cantar en sus cantares /  Con mil versos de espuma, piedra y rosa. /  Quiero tu florecer en cada puerta. /  Y tus líricas sombras. Y una abierta / Mirada sobre el verde que te inunda. /  Y tú sonar a copla, tu armonía. / Y tú nombre, Orotava, poesía / Del agua que te mana y te fecunda….”
Para sustentar el arte de la alfombra, arte orotavense mundialmente conocido por la estética revalorada de sus tapices multicolores que adornan la majestuosa placeta del Ayuntamiento, colores naturales extraídos de la propia esencia, que asombra a muchísimas personas forasteras, visitantes de la Villa norteña. Nace en La Orotava una anfictionía para salvaguardar su sublime y respetuosa inspiración. Un padrinazgo que debe ser sempiterno, falte el artífice o sus enseres, no debe de pirrarse, porque las alfombras de  La Orotava, jamás deben descaecer por adversidad. Evidentemente los aprobados estatutos de la asociación de alfombristas, señalan tres puntos importantes, categórico para el amparo de las alfombras; -Las alfombras se hacen sin diferenciar las de la Plaza del Ayuntamiento, de tierras naturales, con las de las calles, de flores. -Promover la formación de sus asociados en orden a una mejor perfección para la realización de las Alfombras, así como crear Escuelas para la formación de Alfombristas. -Resolver sobre las disposiciones y actuaciones municipales que afecten a los intereses de la Asociación y de las Alfombras. Con esto se demuestra la estricta distribución de flores de las alfombras ilativas a años anteriores, colaborando honestamente y por primera vez con la comisión de alfombras, organismos repartidor y recopilador de flores, que ya ejercía tal finalidad desde muchos años. Tratase de las primeras fiestas patronales en la que participa la recién creada asociación de alfombristas, en las que cooperaron hondamente en la asignación de las diversas especies de flores. Sin embargo acaban de confeccionar sus actividades para los próximos años; Solicitando del Ayuntamiento local social y subvención. Mesa redonda sobre las alfombras dedicadas a guías turísticas y alfombristas. Recopilación de material para la gran exposición sobre las alfombras con motivo del 150 aniversario. Solicitud asimismo al Ayuntamiento de una calle dedicada a los alfombristas, y monumento correspondiente. Elección de lugares para la plantación de flores. Colaborar activamente con el Ayuntamiento para la mejora y potenciación de las alfombras. Charlas explicativas sobre la elaboración de las alfombras tanto de tierras como de flores. Y charlas explicativa por los distintos colegios del municipio.
No debemos desatender, que existe otro Corpus en la Villa de Arriba, en Farrobo, que pasea en Andas doradas elitista y popular, muy queridas y  apreciadas por sus feligreses. Este Corpus tiene su afamado epicentro en la Centenaria Parroquia de San Juan, instaurada, por la Real Cédula del Rey Carlos II, de 15 de Abril de 1.680. No se puede atribuir a la parroquia de San Juan, de santuario paupérrimo, que con el lastre de sus 400 años, hoy cuenta con un platal e imágenes únicas, fruto de los sacrificios de sus feligreses, de los ex votos de sus emigrantes y del celo de sus pastores. Entre los que destacará siempre, un virtuoso sacerdote villero, Don Domingo Hernández González.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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