NANDO, UN EJEMPLO DE DEPORTIVIDAD Y HUMANIDAD EN EL RECUERDO

Aniversario de su fallecimiento. Una noticia afligida que me remiten un día miércoles 27 de Julio del 2016. Un día caluroso, con cuarenta grados en el sur de la isla tinerfeña y mucha calima en el norte.

Un amigo de muchísimos amigos, nos dice adiós definitivamente después de una triste enfermedad. Fernando Estévez González que conocíamos en la vida por “Nando” un ejemplo de deportividad y humanidad.

Nació en la Villa de La Orotava en el año 1953, hijo de don José Estévez Méndez (Licenciado en Ciencias Químicas, alcalde de la Villa de La Orotava, Jefe Provincial del Movimiento en Tenerife, y Gobernador Civil de; Valladolid y Málaga) y Doña María del Carmen González de Chaves. Estudió en los colegios de la Villa; La Milagrosa, Santo Tomas y San Isidro. Preu en el colegio de San Agustín de Los Realejos y Licenciatura en Románica en la Universidad de la Laguna.

Magnifico jugador de baloncesto, un excelente alero, agresivo, encestador y veloz, ejerciéndolo en el CB. AA. AA. Salesianos (actual CB: San Isidro), desde sus juveniles hasta el sénior. Formó parte del grupo que conquistó por primera vez un asenso a categoría nacional, con el que nació para batir al CB. Káiser y gánale la capitalidad al CB Canaria de La Laguna (actualmente en la ACB).

Lo último de su vida, ya en situación laboral, ejercía como encargado de la histórica Casa de Carta en Valle Guerra (propiedad del Cabildo Insular de Tenerife).

Nando te escribo demasiado dolorido, parece que te estoy viendo correr en las canchas de Franchi Alfaro y en el Polideportivo del Colegio de San Isidro, parece que te estoy viendo recibir instrucciones de los amigos y compañeros; Vicente Vivas, y de Sixto Trujillo García. Parece que te estoy viendo con el amigo Domingo Domínguez Luis, por cierto ya lo tienes en ese paraíso eterno.

Muchas enfermedades son crueles, es verdad, que el sufrimiento es enorme, no sabía nada de ti desde aquel día que nos reencontramos en Casa de Carta, coincidiendo con un concierto de la Banda de Música de Valle Guerra. Pienso que este camino que escogiste es el de la tranquilidad, el de la misericordia y el de la esperanza.

Arriban están tus padres, ilustres personalidades, tus tíos, tu abuela, tu querida abuela paterna que tuviste que convivir con ella cuando tus padres se ausentaron, tu primo Pepe Álvarez Estévez, y algunos jugadores del recordado CB. AA. AA. Salesianos “Mayaba” que vistió colores verdes oscuros.

Fernando, Nando, espero tu felicidad en  este nuevo mundo muy desconocido, un fuerte abrazo y hasta pronto amigo.

La amiga desde la infancia de la Villa de La Orotava; MARÍA LUZ LUIS ILLADA, remitió entonces (27/07/2016) estas notas: “…Me niego a decir y a pensar que Nando ha muerto. Diré y pensaré que ya no está con su familia, con nosotros, sus amigos de toda la vida, ni con los que le conocieron y apreciaron. Estará siempre en el recuerdo de todos, como una de esas personas que dejan una huella tan grande e imborrable en nuestras vidas que perdurará hasta el final de cada uno.
Un abrazo con todo mi dolor para Maite, su esposa, para sus hijos y para las amigas y amigos que han compartido desde siempre sus vidas con él…”

El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (27/07/2016) estas notas que tituló “LA HUELLA DE FERNANDO ESTÉVEZ”: “Nos duele a todos la ausencia de Fernando Estévez González (La Orotava, 1953), profesor titular de Antropología Social en la Universidad de La Laguna, coordinador del Museo de Historia y Antropología de Tenerife y presidente de la Asociación Canaria de Antropología. Su fallecimiento ha inundado de tristeza los círculos culturales e intelectuales de Canarias.

Cursamos juntos (con Domingo Domínguez Luis, otro orotavense) el Preuniversitario en el antiguo colegio San Agustín de Los Realejos, allá a finales de los sesenta. Entonces, desde entonces, entre traducciones de los clásicos griegos, interpretaciones de textos de Juan Ramón Jiménez y partidos de baloncesto -también hizo sus pinitos en el deporte de la canasta, en varios equipos de la Villa-, descubrimos a la persona sensible y comprometida que luego demostró ser. Fernando era un inquieto cumplidor de sus obligaciones, un atento observador de cuanto le rodeaba, un rebelde ante los desequilibrios sociales que en aquel tiempo se dibujaban en la realidad y en el horizonte con cada vez menor espíritu de resignación. Fernando pugnaba a su manera, igualándose a Domínguez en inconformismo y tenacidad. Cuando coincidíamos, siempre nos acordábamos de aquel Preu realejero.

Una trayectoria y una obra ejemplar la suya. En la docencia, en la museología, en la investigación. Precisamente, el primer Congreso de Museos Canarias del próximo mes de noviembre (2016), un proyecto en el que también se involucró, estará dedicado a su memoria. Es un acto de justicia. Deja huella Fernando Estévez, un sabio, una celebridad…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL