miércoles, 26 de julio de 2017

SAN TELMO (I)



Fotografía correspondiente a la década de los años cincuenta del siglo XX, referente a la histórica playita de San Telmo del Puerto de la Cruz.
Observamos EL RANCHO GRANDE tal como era en sus orígenes, que lo explotó como guachinche hasta el año 1959 el suegro de mi amigo de la Villa de La Orotava Juan José Reyes DUCLO, un catalán afincado en el Puerto de la Cruz conocido por Juan Roig Mercader casado con la portuense  Olalla Padrón.
El guachinche tipo caseta de madera de la Terraza de San Telmo donde se servían todas clases de cefalópodos y pescado fresco acompañado de un buen vino de la zona de La Orotava conocida por “Los Gómez”, los vestuarios que desaparecieron, no me explicó el porqué. Y la armonía de ese pequeño acogedor rincón portuense que se estaba preparando para el Boom turístico que se le avecinaba a la Ciudad y terminaba con todo lo tradicional, que muchos de verdad disfrutamos de sus aguas cristalinas, marinas a olor a salitre y de sus auténticos bajíos.
En esa casa de la izquierda que tiene tres ventanas canarias, según me informó Juan José Reyes DUCLO, había un bar propiedad de Mario Martín.
Todo un encanto donde se conserva el antiguo camino que conducía a los Llanos de Martiánez a través de la ermita de San Telmo, las antiguas casitas y la torre de la parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Peña Francia.
El amigo del Puerto de la Cruz Catedrático de la Universidad de La Laguna; ANTONIO GALINDO BRITO remitió entonces (05/12/2013) estas notas: “…Bruno yo era muy joven en la época de la foto, pero no me resisto a comentarte que el Rancho Grande de Juan Roig era algo más que un guachinche. En mi opinión, fue el precursor de las salas de fiestas que luego proliferaron en el Puerto de la Cruz. En el Rancho Grande hubo actuaciones en directo de numerosos grupos locales e insulares a los que seguía un animado baile amenizado casi siempre por un grupo u orquesta. Recuerdo muy bien la actuación de Los Huaracheros cantando al Puerto de la Cruz con su canción: "Ay mi Puerto de la Cruz...". Había baile y en ellos se materializaron los primeros "ligues" por los conquistadores, no sólo locales, sino de casi toda la isla que llegaban al Puerto atraídos por el buen "material" que en aquella época llegaba. Perdona la disquisición pero son recuerdos de juventud…”

BRUNO JUAN  ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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