jueves, 31 de agosto de 2017

EL CRISTO DEL CALVARIO DE LA VILLA DE LA OROTAVA



En la ermita el Calvario en la plaza de la Paz de La Villa de La Orotava recibe culto un grupo escultórico que se conoce con el nombre de Cristo del Calvario. Tratase en verdad de una Piedad obra del siglo XIX del artista orotavense Fernando Estévez.
El 12 de febrero de 1864, el obispo de Canaria y Administrador apostólico de Tenerife Fraile Joaquín Lluch y Garriga concedió licencia al Mayordomo de la ermita, para fundar la Venerable y Real Hermandad de Misericordia del Calvario. Tenía por objeto esta institución, según dice la solicitud, "solemnizar el culto de la Santa imagen del Cristo del Calvario de esta Villa".
Algunos masones de la célebre logia villera formaron parte de la fundación de la Hermandad Real y Misericordia del Santísimo Cristo del Calvario de La Villa de La Orotava, desde el marqués de la Quinta Roja don Diego Ponte y del Castillo (el del mausoleo vacío) hasta el jurista, político e intelectual orotavense don Miguel Villalba y Hervás (secretario de la hermandad). En esta celebración magna de acontecimientos del 200 aniversario de la sagrada imagen (1814 – 2014), no se les homenajeó a estos señores sobre sus ilustres pensamientos e ilustración. Desconozco totalmente el motivo, puesto que un servidor forma parte activa de la esclavitud, condición que heredé de mi difunto padre Juan Álvarez Díaz (industrial que lo fue de esta Villa), me da la impresión que los actuales compañeros u organizadores supuestamente se han situado a las costumbres en tiempos anteriores al año 1814, olvidándose que ya estamos en el siglo XXI….
El amigo de la Villa de La Orotava; IVÁN GARCÍA SOSA, remitió entonces (01/09/2012) estas notas que tituló; “ UNA CITA CON LA HISTORIA (1814 – 2014): “…Fernando Estévez de Salas, uno de los mejores baluartes del arte que ha tenido la Villa de La Orotava, cogió una gubia en su mano prodigiosa, hace cerca de doscientos años, para dar vida a la madera y crear para su Villa natal, una de las obras religiosas más importantes de nuestro patrimonio, la imagen del Santísimo Cristo del Calvario. En el año 2014, esta venerable Hermandad, acudirá con gran Ilusión a eta “cita con la Historia), que será también una cita con la devoción de todo un pueblo. Doscientos años cumplirá en ese año la imagen del Cristo del Calvario, mientras que su hermandad cumplirá ciento cincuenta años de fundación. Una efemérides que no podemos pasar por alto, sino todo lo contrario, la celebraremos con diversos actos religiosos y culturales que ya están siendo preparados por la Junta del Gobierno…”
El amigo de la Villa de La Orotava, profesor titular de Historia de América de la Universidad de La Laguna; MANUEL HERNÁNDEZ GONZÁLEZ remitió entonces (01/09/2012) estas notas: “…Domingo Calzadilla es, pues, el financiador de la imagen de la Piedad, conocida por el nombre de Cristo del Calvario, de un nuevo San Isidro y de Santa María de la Cabeza, las tres salidas del taller del imaginero orotavense Fernando Estévez del Sacramento en fecha anterior a diciembre de 1814. Él mismo da cuenta de sus estrechas relaciones, al afirmar que “mi sobrino Don José Calzadilla recoja y lleve a su poder dos imágenes del Salvador del Mundo y San Bartolomé propias de su ermita en la Corujera, que están en el de Fernando Estévez, a quién se las tengo satisfechas con el importe de 75 pesos”. El presbítero no sólo reformula y potencia el culto en la ermita con una sacristía y la adicción de nuevas imágenes y un retablo, sino que encomienda a sus sobrinos el citado José Calzadilla y Fulgencio Melo y Calzadilla que sigan desempeñando su mayordomía. Para estímulo de su culto lega al primero cuatro pedazos de viña de la Candia con la obligación de decir cada viernes de cuaresma una misa rezada en ella “a horas que la puedan oír los que van al calvario” y a Fulgencio Melo el cercado de la Cruz Santa con la de pagar “4 ducados al beneficiado por una misa cantada y función en el día de mi devoto San Isidro, la que se ha de celebrar en su ermita y 5 pesos por el sermón”. En caso de fallecer sin sucesión sus rentas se deben invertir en decir todos los años en los siete viernes del Espíritu Santo una misa rezada en cada uno de ellos en la referida ermita.
En el siglo XIX el culto a San Isidro y su consolidación como patrono de la villa es un hecho cada vez más patente. Paralelamente la grave crisis que atraviesa la religiosidad del Antiguo Régimen con el grave impacto que para ella supuso la progresiva desamortización de las rentas de cofradías, conventos y capellanías, y con ellas la extinción de las órdenes religiosas se deja sentir en la ermita del Calvario que ve quebrados buena parte de sus ingresos en una época de grave crisis económica insular, con es la del período entre la paz continental de 1814 y el despegue de la cochinilla. El definitivo hundimiento del vino como sector exportador es la espita sobre cargas impuestas sobre los viñedos. El estado languideciente de la ermita es cada vez más palpable. Durante el reinado de Isabel II, las elites sociales orotavenses, que habían apoyado decididamente las reformas liberales y que se habían beneficiado de ellas con la adquisición de los bienes de la Iglesia y de las tierras de propios y comunales buscan nuevos cauces para reconducir las creencias populares tras su grave crisis con la prácticamente total desaparición de las cofradías y de las comunidades religiosas y con el grave impacto en la solemnidad de las festividades religiosas. Aparece una religiosidad que pretende retomar con nuevas perspectivas la religiosidad tradicional para reanimar la fe popular.
Es bien significativo que el culto al Cristo del Calvario sea promovido en La Orotava por significados miembros de las elites reformistas, de carácter republicano y masónico. En la solicitud de constitución de la Hermandad, aprobada el 12 de febrero de 1864 figuran destacados miembros de este sector socio-político. Resulta bien llamativo que personajes tan caracterizados en esa militancia como el Marqués de la Florida, Miguel Villalba Hervás, Sebastián López Mora o Lucio Díaz González formen parte de ella o sean esenciales en su erección. Pero debemos de entender esa actitud en la búsqueda por parte de los sectores liberales y afines a la burguesía intermedia de un espacio propio frente al abolengo antiguo regimental de la oligarquía pactista. Frente a la decadente y restringida Hermandad de Misericordia del pasado, de la que se dice heredera, este sector social busca un nuevo espacio de sensibilidad religiosa, porque el republicanismo y la masonería isleña como expresiones socio-culturales de ese movimiento no fueron antirreligiosas ni anticatólicas, su disputa fue frente al clero ultramontano. Era un espacio más de sociabilidad, como la logia o como el Falansterio, más tarde denominado Liceo de Taoro, erigido en oposición al aristocrático Casino…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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