sábado, 26 de agosto de 2017

MAGAS Y MAGOS





Fotografía correspondiente a la Romería de San Isidro y Santa María de la Cabeza de la Villa de La Orotava del año 2015.
Así se va de romería y así se viste de mago.

El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR” remitió entonces (26/08/2017) estas notas que tituló; “MAGAS Y MAGOS”: “…En Canarias un mago es un campesino. Los pueblos rurales canarios se pueden comparar con los andaluces.  He estado un par de veces en Ronda, un bello pueblo  de la serranía andaluza, un pueblo del interior, palabra que aquí se usa o al menos se usaba en Santa Cruz referido a la vertiente Norte de la isla (con la del Sur no sé si pasaba lo mismo). Ronda debe rondar-valga la ‘redondancia’- por los cuarenta mil vecinos.  Y además, acuden allí a comprar y vender, los habitantes de las montañas de alrededor, una veintena de pequeños municipios con veinte mil habitantes en total. La localidad adquiere así connotaciones de una pequeña capital con su alegre y bullicioso movimiento urbano. Es similar y al mismo tiempo distinta a Icod, La Orotava o La Laguna, donde la gente acude desde ‘Los Altos’ de sendos valles cada día. Vienen con sus atuendos, su vestimenta, sus tocados, sus pañoletas, sus sombreros… Recuerdo a una algo musculosa aunque atractiva mujer, que estuvo durante muchos años bajando por mi calle  orotavense, la empinada calle del León, con una enorme cesta en su cabeza llena de pan, cuyo peso lo amortiguaba con un paño enrollado en su testa (testa, ¡cuidado!, con ‘ese’ intercalada).  El pan lo vendía por unidades a domicilio. Formaba parte, sin duda, de la geografía humana del casco urbano de La Villa.
Pero la todavía abundante periferia campesina isleña ha ido cambiando sus tradicionales atuendos, vestidos y costumbres para devenir, por errado mimetismo, en una modernidad muchas  veces impuesta por la publicidad.
Recuerdo que en el año 1974 hubo una polémica en la prensa insular respecto a la típica capa verde femenina, que se usó ya más de un siglo antes, en 1847, por dos señoritas de la aristocracia, coincidiendo  con la primera alfombra de flores de La Orotava.
Sin embargo, en la Romería de San Isidro, los verdaderos magos, los que ‘manejan’ a las yuntas de las carretas, muchas veces no llevan el llamado traje típico al completo. Pura incongruencia. 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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