lunes, 23 de octubre de 2017

DON ANTONIO LUGO Y MASSIEU.



Nació en Santa Cruz de La Palma, el 21 de noviembre de 1880, bautizado en la parroquia del Salvador, el 24 del inmediato mes de diciembre. Jefe, en nuestra Islas de las Históricas Casas de Benítez de Lugo Viña, Massieu, y Tello de Eslava, Señor, en lo antiguo, de la Villa de Villanueva de Valbuena, en Sevilla. Único hijo varón de don Antonio Lugo y García, abogado de la Orotava, director de la Económica de Santa Cruz de La Palma y Alcalde de esa ciudad con la Restauración, mayorazgo de su Casa, de doña Ana Massieu y de las Casas, de quienes además de don Antonio, procedieron: doña Ana, esposa de don Pedro de Ponte y Llarena, Jefe de la Casa de Ponte, en Canarias; doña Magdalena, mujer de don Miguel Fernández de la Cruz, Licenciado en Medicina; y doña Josefa de Lugo y Massieu, que casó con do Juan Cúllen y Machado, Licenciado en Derecho y Alcalde de La Orotava. Transcurrió en la isla de la Palma la infancia y primera juventud, en temporadas repartidas entre la residencia  de Santa Cruz y la finca de Oropesa, antiguo mayorazgo familiar, en Barlovento. En la ciudad palmera, realizó sus estudios elementales, primero en la mansión familiar, para más tarde continuar los secundarios, en el instituto de Segunda Enseñanza, y tras superar las pruebas de Revalidad, obtener en la Universidad de La Laguna, el título de bachiller. A principio del siglo XX, la familia trasladó su residencia principal a La Orotava, Tenerife, solar de la Casa de Lugo, en Canarias, donde poseían sus padres, numerosos bienes raíces, y la espléndida mansión, ocupada con colecciones de pintura, objetos preciosos, gabinete de Historia Natural, Monetario, y una muy buena biblioteca, que la familia había reunido en el transcurso de generaciones; entre estas cosas desarrolló don Antonio, su afición al Arte y a la belleza, al tiempo que su amor por la lectura. Acrecentó notablemente la biblioteca heredada de sus mayores, de forma, que llegó a poseer una de las mejores, y más completas colecciones de libros, publicaciones y manuscritos de Canarias, fondo que enriquecen hoy, la magnífica biblioteca municipal de La Orotava.  En 1897, sus padres se establecieron en La Villa de La Orotava, terminado el Bachillerato en el Colegio de Taoro, en los bajo del Ayuntamiento, fundado por el párroco de San Juan Bautista de Farrobo. Desde joven alterna su residencia en la Villa con frecuentes viajes a su finca palmera de Oropesa. Inició estudios de Farmacia, en la Universidad de Sevilla, que abandonó, por la imprevista muerte de su padre, que obligó su regreso, reclamado por las obligaciones, que el patrimonio familiar requería. Destacado ciudadano de vasta cultura, ameno conversador, escritor de relieve, periodista, investigador riguroso e historiador fiel y veraz. Caligrafío con letra pulcra y fina millares de cuartillas, en las que glosó las mejores “Efemérides de La Palma y Tenerife”, la mayor parte de ellas inéditas, e interesantes biografías de orotavenses y palmeros ilustres, entre ellas las del padre José de Arce y Rojas, apóstol de Paraguay: del Doctor Miguel Pérez Camacho; de don Sebastián AROZARENA, inolvidable maestro. Suyas son también: Antología de poetas canarios, desde la conquista a la edad presente, Recopilaciones de trabajos relativos al Teide, y Selección de artículos periodísticos dedicados al Valle de La Orotava, a Tenerife y a La Palma, también, escribió una Nomina de los más notables artistas de Canarias. Su discurso en defensa del templo de antiguo convento de San Agustín, en La Orotava, en el primer cuarto del siglo XX, contribuyó decisivamente a su salvación, y creó opinión, para la conservación de nuestro patrimonio histórico. Bibliófilo, fundó y dirigió la revista “El Campo”, dedicada a la agricultura y sobre todo a la defensa del arbolado. Apóstol del Árbol, así se la conoció en las Islas. Dicha publicación se repartía gratuitamente en la imprenta Orotava, de su propiedad, regentada por don Lorenzo Hernández Castro. Dejó clara constancia de su amor al agro tanto en sus heredades de Barlovento, como en su finca La Marzagana de la Perdoma. Hasta los últimos momentos no cesó de narrar, en su cuidada prosa, siempre a pluma, con clara y garbosa caligrafía,  el ilustre escritor y convecino de la Orotava don Juan del Castillo y León conserva varias cartas suyas. Socio número uno, de La Cosmológica, principal centro cultural de la Isla de La Palma; fue fundador de la Asociación de la Prensa de Tenerife, colaborador asiduo, en muchos periódicos, filántropo y sobre todo hombre de Fe, devoto de la Santísima Virgen de las Nieves patrona de su isla bonita. Conversador ameno, afable, llano y versátil, contaba antiguas y nuevas anécdotas, con ingenio y gracias, describía costumbres y cuentos, dejando en el ánimo de sus oyentes, un sabor de confidencia, difícil de olvidar. Menudo, en lo físico, activo, ágil, alegre y curioso, bohemio y, aunque algo anárquico, cartesiano, así lo describe el desaparecido periodista tinerfeño don Domingo de Laguna.  Casó el 29 de noviembre de 1906, en La Orotava, iglesia de la Concepción, con doña María del Carmen Benítez de Lugo y Velásquez, hija única de don Cesar Benítez de Lugo y Benítez de Lugo y, de doña María de los Dolores Velásquez y Betancourt, excelente pianista, concertista en numerosos acontecimientos benéficos y sociales; esposa y madre ejemplar. De ellos, fue unigénita: Doña María de la Nieves de Lugo y Benítez de Lugo, excelente artista, pintora y destacada fotógrafa, pionera de este arte, en Canarias; mujer de don Máximo Martín y Martín, medico de prestigio, y de esclarecida memoria. Doña Nieves, que premurió a sus padres, dejó de su matrimonio, los hijos siguientes: don Máximo, medico, esposo de doña Candelaria Pérez de Ascanio y Gutiérrez de Salamanca; doñas María de las Nieves, esposa de don Tomas de Zarate y Gómez Landero, Licenciado en Farmacia; doña María del Carmen, economista: doña María Candelaria, mujer de don Juan Hodgson y Lecuona, medico; y don Miguel Ángel Martín y Lugo, licenciado en políticas, esposo de doña Milagro Gutiérrez y Quijada. Durante muchísimos años fue concejal Inspector de la Banda Municipal de La Orotava, gracias a sus desvelos recomendó al Compositor vallisoletano don Tomás Calamita y Manteca, para que ocupara la plaza de director titular de la banda municipal de La Orotava, realizando con la misma dos inolvidable gira en los años veinte del siglo XX, a la Gomera y a la Isla bonita de La Palma, cosechando innumerables éxitos. Murió en La Orotava el 5 de octubre de 1965. Su valiosa biblioteca y hemeroteca ha sido adquirida por el Ayuntamiento de la Orotava, que la conserva en la Biblioteca Municipal.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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