sábado, 14 de octubre de 2017

¡PUDO HABER SIDO LA CANCHA DEL BALONCESTO OROTAVENSE!



Fotografía  propiedad de Quique Salazar, nieto del promotor de la inolvidable Terraza del Cine – Teatro Atlante de la Orotava; Don Antonio García.

Una vez en el despacho de mi amigo desde la infancia de la calle El Calvario; Antonio Santos Cruz, le indiqué que lo mejor para el CB. San Isidro de la Villa de La Orotava era acondicionar modernamente la antigua terraza del Teatro – Cine Atlante.
Motivos; devolverle a la Villa la afición al baloncesto tan acérrima que hubo en La Orotava al final de la década de los años cincuenta del siglo XX en esta recordada Terraza, la de la década de los años sesenta en la nueva pista de la Plaza de Franchi Alfaro y la de la década de los años setenta también del siglo XX en el nuevo polideportivo del colegio de San Isidro.
La verdad que había afición por partida doble, en el triangulo comprendido entre La Terraza del Atlante, la plaza de Franchi Alfaro y el Colegio de San Isidro. Afición que se ha ido perdiendo en las nubes de la desavenencia quedándose en el recuerdo de muchos, debido al traslado el CB. San Isidro a jugar sus partidos oficiales al nuevo pabellón El Quiquirá.
Se fue perdiendo afición, ambiente y sosiego en el baloncesto, aunque las bases en la actualidad están asentadas en el colegio de San Isidro, el equipo representativo no tiene el aliciente de aquellos conjuntos baloncestístico  que fue de La Orotava.
El amigo Antonio Santo Cruz me bajó la cabeza, creo que en señal de reconocimiento de lo que un servidor le exponía, el destino  de esta maldita Terraza dio un vuelco de la noche a la mañana cuando las palas y piconas se hicieron con ella.
Tal como vemos la foto, al fondo había un escenario cubierto con tapas de zinc donde en la década de los años treinta del siglo XX, se colocaban la pantalla gigante para el cine y los escenarios para teatro y tarima para la orquesta de bailes al aire libre, a la derecha los camerinos de la terraza y de la sala cubierta e incluso se utilizaban como vestuarios de los equipos de baloncesto.
Allí presencié; El Gran Teatro Español de la compañía de  María Teresa Pozón, con Manolo el 88, el número que sorteaba en los descansos de las comedias y que salía casi siempre de su garganta y que después montón una churrería en la Calle El Calvario que se denominó la Churrería de Manolo el 88.
El combate de boxeo de púgil tinerfeño Sombrita, campeón de Europa de los súper ligeros que nunca se celebró y se montó un petate en la terraza. Este combate coincidió con la exhibición en el cine Orotava o de Don Casiano (hoy Sala Power) de la película “La Isla de los Tomates”, muchos bautizaron el no celebrado combate pugilístico por el mismo título de la película.
El campeonato provincial del asenso a la primera categoría de Baloncesto tinerfeño, entre el CB San Isidro de La Orotava y el CB. Peña Rambla de la capital, triste derrota de los orotavenses tras realizar un soberbio choque. Las exhibiciones a estilo de los históricos jugadores americanos Globertrotter del villero Tomás Luís “El Cojo”, jugando al baloncesto en el CB. Águila del Valle.
Desde el año 2003, juegan en ella ratas, ratones y gatos y demasiada inmundicia.
De este magnífico y recordado lugar social, se ha convertido en la actualidad en un desolador lugar impropio de una sociedad moderna, dentro de un conjunto arquitectónico que debería ser declarado patrimonio de la humanidad, entre comilla. Que pudo ser la Cancha oficial de Baloncesto del CB. San Isidro de La Villa de La Orotava

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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