SILVESTRE Y PACO

Dos personajes de la Villa de la Orotava, que ya forman parte de la historia callejera, anecdótica  y popular orotavense. Silvestre Suarez González taxista y Francisco (Paco) Luis Expósito propietario de un carrito de golosinas en la plaza de la Constitución.

Silvestre Suarez González se le conocía cariñosamente por “El Matarife”, le decían algunos que le conocían bien, como maestro Agrícola el mecánico, Ramallo el Guardia Civil o sus cuñados Santiago y Benjamín, ya que si existía un manjar en este Mundo que reluciera su paladar ese era el cabrito. Cabrito que él mismo compraba al primer pastor que se cruzara ante su taxi – pirata y criaba cariñosamente, con grandes teteros de leche en polvo que doña Catalina, su esposa, preparara para que el cabrito pasados veinte o treinta días de engorde terminara sus días en el cardero. Algunos de aquellos "baifos" inclusive le tomaban cariño al viejo, de hecho tuvo uno que le decía "Salta niña" y comenzaba a brincar cual fiel perro que corre detrás de un palo que le tire su amo.

Paco Luis Expósito, se le conocía por el “Camello”, alguno le llamaban así, por su plegue en la espalda. Son muchas las anécdotas de Paco, siempre relacionada con el mundo de las golosinas y su carrito, que guardaba en casa de su tía María Expósito García en la calle El Tejar, conjuntamente con los otros carritos de Manolo  y Eusebio. Recuerdo de verlos bajar al atardecer y subir en las madrugadas.

Ambos me enriquecen mi blog, de nostalgias, de aquellos años idos, sobre todo en esta fotografía tomada frente a la desaparecida estación de servicio SHELL, en la segunda araucaria que aún se conserva en la avenida de Emilio Luque Moreno de La Villa de la Orotava, detrás podemos ver uno de sus surtidores eléctricos y la trasera de la mansión – Ferretería entonces de don Felipe González. 

Lugar donde Silvestre realizaba sus tertulias diarias y de donde partía a probar sus cabritos y sus buenos vasos de vinos. Paco quizá le acompañaría esta vez en sus populares reuniones.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL