jueves, 11 de enero de 2018

DON ÁNGEL VILBAZO DE DIOS. VILLERO DE HONOR, Y EL COLEGIO FARRAIS



La corporación municipal de La Orotava distinguió como Villero de Honor, a título póstumo, a don Ángel Vilbazo de Dios, quien fue durante una larga época profesor en el antiguo Colegio Farraís de La Orotava, ubicado en la segunda casa de Los Balcones. El acto de reconocimiento tuvo lugar el 24 de abril del año 2008, en el Salón Noble de las Casas Consistoriales, arrebozado de familiares, antiguos alumnos del citado y ya desaparecido centro educativo y autoridades locales.
Esta concesión se acordó, por unanimidad, en la sesión plenaria celebrada el 22 de julio de 2003. La propuesta inicial planteada por un grupo importante de vecinos, en su mayoría ex compañeros y ex alumnos de este reconocido maestro, aspiraba a que se rotulara una calle con su nombre. Sin embargo, la entonces corporación municipal, valorando la labor docente y humanitaria desarrollada por don Ángel Vilbazo de Dios en aquella época difícil en pro de la educación y la cultura en general, entendió que merecía recibir la distinción de Villero de Honor.
Vilbazo de Dios nació en Puebla de Sanabria en Zamora. Tras su paso por el orotavense barrio de La Florida, se incorpora al citado colegio impartiendo clases de gramática, literatura, filosofía e historia, donde se le valoró por "su firme convicción del deber y la palabra: docto conservador, cultivador de amistades y favorecedor del más débil".
Don Ángel Vilbazo de Dios fue uno de los profesores más ilustres del citado Colegio Farraís. Destacó por su lucha constante para mantener en activo este centro docente, ya que en aquellos días en que era maestro de bachillerato se inició una campaña hostil contra el colegio desde todos los ángulos, oficial y extraoficial, "una auténtica campaña de destrucción y aniquilamiento", recuerdan algunos. Las numerosas ayudas y subvenciones que se formularon al Ayuntamiento eran denegadas. "Para el Colegio Farraís no hay ni un céntimo..." le decían. Como recuerda su ex alumno amigo de la infancia de la Villa de La Orotava; FRANCISCO SALAMANCA DE LA PEÑA: "... fueron muchas sus penalidades en un titánico esfuerzo por lograr unos hombres para La Orotava, cuyos estudios en Farrais, le permitieran un puesto digno e independiente en la sociedad, sus clases en los conocimientos de historia universal acababa en el reinado de Alfonso XIII, ni se habla de la segunda republica española, ni del régimen que posterior llevó los destinos de todos los españoles. Tuvo que luchar ante la fuerte oposición a la que se vio sometido por el simple hecho de que el clasismo de la época no podía permitir ni asimilar que alumnos de las clases medias y media-altas convivieran juntos en un mismo colegio recibiendo con idéntico trato igual preparación. Se llegó incluso al reparto, casa por casa, de unas octavillas, cuya procedencia fue bien conocida, alarmando a las familias y previniéndolas en contra de los rojos y masones que desde el Colegio Farrais extendían el ateísmo....".
Falsas acusaciones sin valor alguno. Y a pesar del tiempo transcurrido la memoria de este venerable y querido profesor nacido en Puebla de Sanabria (Zamora). Don Ángel Vilbazo de Dios. Impartió clase en La Florida (La Orotava) por oposición. Luego paso por el colegio Farraís en donde dio clases de gramática, literatura e historia.
AGUSTÍN GONZÁLEZ (AUGUSTO) EX – profesor de primaria y compañero de docencia, remitió (26/05/20132) estas notas que tituló; “DON ÁNGEL VILBAZO DE DIOS”: “...Que daba clases de lengua, literatura e historia, asignaturas que denominaba magistralmente. Material que cultivó mucho en la cárcel, en la que estuvo varios años debido a sus ideas políticas, su tiempo en el recinto penitenciario lo aprovechó para leer mucho y estudiar convirtiéndose en un insuperable profesor en lo que a estas materias se refiere. Tenía una humanidad inmensa, siempre estaba pendiente de la baja de sus alumnos y si se enteraba que era por motivos económicos hacia lo posible e imposible para que asistiera a clase sin tener que abonar ninguna mensualidad.
Además resaltó en su profesión por su profunda humanidad y preparación. Entre 1942-1952 educó a numerosos vecinos, y muchos de sus alumnos, hoy en día empresarios y profesionales, abogados, ingenieros, médicos, químicos, profesores, le agradecen aquella eficiente formación. Luchó para que sus alumnos, sin distinción de clases sociales, se abrieran un camino en la vida, no sólo en el aspecto académico sino en la sociedad...”.
Discurso leído el día 24 de abril de 2008 en el Ayuntamiento de La Orotava en al acto de nombramiento de Villero de Honor de Don Ángel Vilbazo, por Francisco Salamanca de la Peña, Ginecólogo: “...Ilmo. Sr. Alcalde, señores concejales, miembros de la Corporación del Ayuntamiento de la Villa de La Orotava, señoras y señores, amigos todos. Quiero que mis primeras palabras sean de profundo agradecimiento a la Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de La Orotava, por el nombramiento de Villero de Honor a título póstumo, a don Ángel Vilbazo de Dios, insigne maestro del colegio Farrais, al cual debíamos, no solo los que fuimos sus alumnos, sino también la Villa de La Orotava y sus pueblos limítrofes, un reconocimiento, a su inmensa labor educativa.
Hace unos 7 años, publiqué en el periódico EL DÏA, un artículo que titulé “Una calle para un gran maestro. Don Ángel Vilbazo”,solicitando perpetuar su memoria, con una vía de nuestra localidad. Al parecer, razones de tipo técnico impidieron hacer realidad esta petición. No obstante la Villa de la Orotava, y de ello nos congratulamos, ha sabido reconocer, los méritos de este gran hombre, con el nombramiento que hoy festejamos.
No me resisto la ocasión que me han brindado para que dirija estas palabras, el esbozar un recuerdo personal a su memoria. Y me van a permitir que para ello haga uso del escrito que por entonces saqué a la luz pública.
Decía por entonces que mis primeros contactos con don Ángel Vilbazo, ocurrieron en mi ya lejana infancia. Su amistad con mi familia fue siempre exquisita. Zamoranos ambos, Uno de Puebla de Sanabria donde había nacido en 1908. Los otros de Fermoselle, afincados en la isla desde principios del siglo pasado. Solo cursé algunos años de Bachillerato en el colegio Farrais, pero sí tuve la inmensa suerte de tenerle como profesor particular desde los 8 años. Posteriormente, tras el ingreso, inicié mis estudios en el colegio, colegio en el que no solo se impartían clases en horarios de mañana y tarde, de lunes a sábados, sino que además, era obligatorio asistir diariamente a una sesión de estudio de 7 a 9 de la noche, donde allí estaba don Ángel, pupitre por pupitre, aclarando nuestras dudas y facilitándonos la comprensión de las lecciones.
Por aquella época ya había fallecido don Manuel Farrais, el que fuera fundador del Colegio, y en los primeros años de la década de los cuarenta, don Ángel había tomado ya las riendas de este centro, dispuesto a continuar las directrices marcadas por su fundador, tanto en su política económica como social. Pero lamentablemente se encontró con un frente hostil, un frente tan hostil, que según su propia versión: “a partir de este momento se inició contra el Farrais, desde todos los ángulos, oficial y extraoficial, una auténtica campaña de destrucción y aniquilamiento”. Cuantas solicitudes de ayuda o subvenciones se formularon a los organismos competentes, todas, fueron denegadas. Para el Farrais no hay ni un céntimo, le decían.
Y fueron muchas las penalidades que sufrió Vilbazo, en su titánico esfuerzo por lograr para La Orotava unos hombres y unas mujeres, cuyos estudios en Farrais, les permitieran en el futuro, un puesto digno e independiente en la sociedad. Tuvo que luchar ante la fuerte oposición a la que se vio sometido, por el simple hecho que el clasismo de la época, no podía permitir ni asimilar, que alumnos de clases bajas, medias y media-altas convivieran juntos en un mismo colegio, recibiendo con idéntico trato, igual preparación. Se llegó incluso al reparto, casa por casa, de unas octavillas, cuya procedencia fue bien conocida, alarmando a las familias y previniéndolas en contra de los rojos y masones que desde el colegio Farrais fomentaban y extendían el ateismo.
Personalmente no supe de estos sinsabores, de estas luchas, y de los inmensos obstáculos que tuvo que enfrentarse este gran hombre, para mantener abierto el Colegio Farrais, hasta muchos años más tarde, cuando recién llegado de Venezuela a donde marchó unos años, coincidimos en el “bar de Pancho” de la playa de la Arena. Allí, con lágrimas en los ojos, emocionado al encontrarse con uno de sus discípulos, que al igual que otros muchos cursamos una carrera universitaria y que éramos individuos útiles para la sociedad, contó, habló, habló durante horas de muchas cosas que yo ignoraba, pero sobre todo me decía sentirse feliz y orgulloso, porque sus esfuerzos habían valido la pena.
Somos muchos los que fuimos sus alumnos. Hoy día abogados, ingenieros, médicos, químicos, profesores, grandes hombres y mujeres de empresa y de otras tantas profesiones, deben su formación al Colegio Farrais y a don Ángel Vilbazo. Carreras y puestos de trabajo impensables en aquellos años, principalmente, para familias de clases bajas, que difícilmente podían abonar una cuota mensual, que don Ángel, consciente de su penuria económica, ni se preocupaba en reclamar.
La Orotava, su Excmo. Ayuntamiento, y todos los alumnos del Colegio Farrais estábamos en deuda con don Ángel Vilbazo de Dios. El pueblo, por no saber o no querer apreciar la tenacidad y los esfuerzos de uno de sus ciudadanos, boicoteando su fecunda labor y, sus alumnos por la deuda contraída con este ilustre y extraordinario maestro, por sus enseñanzas y sus consejos. Y digo ilustre y extraordinario maestro, no solo por gratitud, sino por hacer justicia a un hombre que reunía magnificas cualidades para formar y hacernos personas, pues por su vasta formación siempre nos enseñó con nobleza y claridad, cuanto en su estudio y en la vida había aprendido.
Sus oportunas advertencias en nuestros aquellos años adolescentes, indudablemente que han dado sus frutos cuando tenemos que enfrentarnos a la ardua labor de cada día. Don Ángel fue un hombre que puso todo su empeño para que sus alumnos, sin distinción de clases sociales, se abrieran un camino en la vida, no solo en el aspecto académico sino también en la sociedad.
Esas enormes ganas de enseñar junto a su elocuencia, causaron en todos sus discípulos una admiración y un respeto al excelente pedagogo. Aún le recuerdo allí, de pié, serio, concentrado, con su sempiterno cigarrillo entre los labios, en total y permanente entrega a sus enseñanzas. Daba igual nos explicara Historia como Filosofía, Ciencias o Literatura. Sabía de todo. A don Ángel debo mi afición a la Historia. Porque era un profundo conocedor de la Historia que, con prosa fácil y comprensible, nos explicaba los hechos con rigor y seriedad, sin tapujos ni ocultaciones a los que nos tenían acostumbrados los libros de texto de la época. De igual manera nos comentaba la supuesta homosexualidad de Enrique IV de Castilla como las infidelidades conyugales de Fernando el Católico o los devaneos amorosos de Isabel II; sin aspavientos, sin acritud, pero con toda su crudeza, como hechos que fueron auténticamente fidedignos. Eso sí, y lo recuerdo perfectamente, sus clases de Historia de España finalizaban con el reinado de Alfonso XIII. Lo que resta, decía, eso, ustedes, ya lo saben. Ni una palabra a la República, ni a la Guerra Civil, ni al régimen imperante.
Nosotros que muy bien le conocimos descubrimos su carácter. Descubrimos que sus a veces bruscos exabruptos, aparentemente cargados de enfado, en el fondo no era más que la recia manifestación de su propia personalidad castellana, hallándose escondido tras de esta máscara un gran corazón, propicio a los mayores afectos y dispuesto a los también mayores sacrificios. (Aquí intercalé un recuerdo para los discípulos y profesores fallecidos).
Termino reiterando en nombre de mis condiscípulos y en el mío propio, nuestro agradecimiento sincero al Consistorio Municipal, por el nombramiento de Villero de Honor a título póstumo, a don Ángel Vilbazo de Dios. Un nombramiento merecido, como reconocimiento a esta gran persona, que la naturaleza fue pródiga, al colmarle de unos valores humanos que supo derramar generosamente, a todos los que tuvimos la fortuna de conocerle y compartir sus conocimientos...”.
Colegio Farraís 2ª enseñanza (1940 – 1952). Fue fundado don Manuel Farraís González, ex – hermano de las Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de la Salle (nacido en la Finca El Ratiño, La Perdoma, año 1897, fallecido en La Orotava en el año 1943, el cual ya tenía un colegio en la Cartaya (Realejo de Arriba), en dos años hace el Peritaje Mercantil y posteriormente obtiene el título de Maestro Nacional.
El colegio FARRAIS 2º enseñanza en la Orotava ocupó el día uno de octubre del año 1940 una de las emblemáticas casa de los balcones, en la Calle San Francisco número 5, mansión conocido por Jiménez – FRANCHI, segunda de los balcones. Construida en el año 1672, por doña María Jiménez. Pasó a su nieta Marina Leonor de Lugo y de esta la heredó su hijo, Juan Bautista Franchi (1696– 1767), que construyó en su forma actual el edificio. En el año 1761, Franchi compra a su hermano Carlos de Franchi Benítez de Lugo, residente entonces en la Habana, la parte de casa que fue de Marina Jiménez, adjudicada en la partición de sus padres junto con sus hermanos en 11.945 reales y 44 maravedíes, adquiriendo así toda la vivienda. Habitada posteriormente por los Suárez de la Guardia, ha sido restaurada por el Cabildo Tinerfeño y dedicada a comercio de artesanía, finalmente permutada al ayuntamiento de la Orotava por la casa de Mesa de la calle Viera, para instalar en ella el museo de las alfombras y las sedes de la Asociación de alfombristas de la Orotava...
El patio tiene soporte en tres de sus lados; estuvo adornado con fuente y estatua. Dentro de su topología presenta una notable variación al instalar un solo balcón de galería a la altura del tercer cuerpo. Este posee un original diseño a juego con el resto de la carpintería que pone de manifiesto la valía de los artesanos de la villa.
Los profesores que formaban la plantilla del colegio FARRAIS 2ª enseñanza, extracto concedido amablemente por el amigo villero don Domingo Luís González. Matemática; don Inocencio Font (Meteorólogo de Izaña), don José Luís Briones (Meteorólogo de Izaña), don Juan Quintero Hernández (Perito Industrial), don Orlando Betancourt Lugo (Licenciado en Química), don Julio Hernández, don Manuel Farraís González (Maestro Nacional y Perito Mercantil). Geografía e historia; Don Ángel VILBAZO de Dios (Maestro Nacional). Literatura; Sra. De Font (Licenciada en Filosofía), don Ángel VILBAZO de Dios (Maestro Nacional). INGLES; Sra. Minita Carmona, Padre Corbato (Ciudadano Ingles), don Raúl Montesdeoca. RELIGIÓN, Padre Pérez (Paúl), Padre Avendaño (Paúl). FILOSOFÍA; doña Elena Santana (Licenciada en Filosofía), don Jesús Hernández Perera (Cursando el 7º de Bachillerato). LATÍN Y GRIEGO, don José Álvarez (Seminarista), ALEMÁN: doña Catalina Bulchald (Residente en Alemania). LATÍN; don Manuel Rodríguez (Seminarista). EDUCACIÓN FÍSICA; don Luís Obon Ayllon (Teniente de Infantería Batallón de La Orotava). QUÍMICA: doña María Teresa Herrera. FÍSICA: don Álvaro Calero.
Relación de gastos en pesetas, que se ocasionan en el sostenimiento del colegio Farraís, tanto masculino como femenino, durante todos los meses: Alquiler de la casa calle San Francisco, 200,00. Alquiler de la casa calle la Hoya número 9, 150,00. Don Álvaro Calero de Vera honorarios mes, 500,00. Don Inocencio Font Tullot dos horas diarias, 500,00. Don Emilio González Díaz de Celis dos horas diarias, 500,00. Sta. María Teresa Herrera Hernández, dos horas diarias 500,00. Don Ángel Vilbazo de Dios 6 horas diarias, 350,00. Don Alfonso Carrillo Hernández, 5 horas diarias, 300,00. Don Juan Quintero González, 5 horas diarias, 300,00. Don Jesús Cabrera Medina, 150,00. Padre Corbato, 150,00. Don Manuel Farrais González 6 horas y dirección, 1.000,00. Don José María Perdigón Hernández, una hora diaria, 100,00. Doña Benedicto Hernández Delgado, 150,00. Un secretario, 200,00. Un Conserje para el colegio masculino, 150,00. Una secretaria para el colegio femenino, 50,00. Material mensual, 300,00. Gastos eventuales 100,00. Total gastos en cada mes 6.150,00 (Son seis mil ciento cincuenta pesetas) mensuales. Ingresos mensuales: Bachillerato matriculado masculinos que pagan, 70 alumnos a 37 pesetas, 2.590,00. Bachillerato matriculas masculinos gratuitos, 10 alumnos. Bachillerato matricula femeninas que pagan, 40 alumnos a 37 pesetas, 1.480.00 pesetas. Bachillerato femenino matrícula gratuita ningún alumno. Preparatorio masculino 40 alumnos a 22 pesetas, 880,00 pesetas. Preparatorio femenino 20 alumnos a 22 pesetas 440,00 pesetas. Total Ingresos mensuales 5.390.00 pesetas.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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