jueves, 11 de enero de 2018

DON ANTONIO GRANADOS HERRERA



AA. AA. Salesianos de La Orotava vivieron durante el curso 1972 -1973  horas de intenso trabajo y de plena dedicación en la preparación de unos actos que marcaron unos días señalados en la vida orotavense. Una significación especial porque pretende cosas muy importante, y porque un hecho histórico (Bodas de Oro de La Comunidad Salesiana en la Villa) del que estaba disfrutándola tenía directa relación con su vida.
Don Antonio Granados Herrera se lanzó a innovar una obra de las denominadas "MONSTRUO", impresionando a todos los habitantes de La Orotava de manera maravillosa, que en el año 1973 conmemorando las Bodas de Plata de la llegada de los Salesianos a la Orotava, exponía lo que significaba para él tal acontecimiento; "Totalmente satisfecho, satisfecho por la estrecha colaboración y pronta correspondencia encontrada en todos los estamentos de la familia salesiana: comunidad, padres de alumnos,  AA.AA., alumnos, archicofradía y amigos que sienten de veras nuestra presencia en La Orotava(....)
Don Antonio trabajó muchos años en La Orotava, primero como asistente o tutor de mayores, luego consejero o encargado de disciplina, más tarde catequista o director espiritual, perfecto - administrador y, finalmente director. Como deportista difícilmente podía definir su vida, porque no recordaba haberlo sido en sus quince largos años en La Villa.  Trabajó por fomentar el deporte y por dotar al colegio de unas buenas instalaciones, y nada más. Por lo que respeta a su vida de sacerdote, profesor y educador, son los demás los que deben de definirlo.
Se consagró a la misión salesiana, poniendo a disposición de la juventud a igual que don Bosco toda su energía e ilusiones.  No quiso perder las esperanzas de volver para seguir trabajando.  Pero no volvió, se desconocen los motivos, años después abandonó la comunidad salesiana y posteriormente el novicio, dejándonos para siempre y emprender el camino de la eternidad.
Este filántropo y trabajador hombre del saber, de las ciencias y de la educación, merecen un reconocimiento póstumo en la Villa dentro del cincuentenario salesiano, motivos, son suficientes; primeras pistas polideportivas para la Villa, primera piscina pre - olímpica para la Villa, campo de fútbol reglamentario como complemento del estadio Los Cuartos, ampliación del edificio para aulas, promotor y fundador del C. B. San Isidro, y C. N. Salesianos.
Potenció con un gran nivel La Asociación de los AA.AA. Salesianos de la Orotava, que tuvo sus inicios con algo bien sencillo: el acercamiento de grupos, con visitas al colegio los días 24 de cada mes. Tanto es así, que tuvo su consagración definitiva en el año 1965 con la incorporación del Rvo. Granados, para figurar como el primer consiliario de la Asociación. En principio, hubo un cierto desfase, que habría de superarse paulatinamente con la inclusión del Rvo. Padre Manuel Porlán López, como nuevo consiliario. Habría que continuar la labor ya iniciada, superarla, y en ese sentido, siguieron impartiéndose las clases nocturnas, siguió compitiendo el equipo de baloncesto y se dieron paso, con buena acogida, a los cursillos prematrimoniales, a las reuniones de matrimonios, charlas cuaresmales etc. Otro logro importante, fue que se instauró un bosquejo de Bolsa de trabajo. Al cesar Porlán López y con la vuelta de don Antonio Granados como director del Colegio, ocupó el cargo de consiliario, el Rvo. Don Carlos Sarabia Cabello de Alba. Esta nueva etapa estaría marcada por la orientación que ya se había propuesto con anterioridad, y posteriormente, accedería al mismo cargo el Rvo. Don Miguel Raigón Córdoba. Por último, y definitivamente, el entonces director del Colegio, don Antonio Granados Herrera, se hace cargo de la Asociación hasta su marcha definitiva. Con el padre Granados al frente, hubo un cambio importante, pues se estructuró la misma, eliminándose, o mejor, suprimiéndose los cargos directivos.
Se formaron grupos, distintas comisiones independientes de trabajo. En esta nueva época, lo primordial fue la colaboración estrecha de la Asociación con el colegio San Isidro para lograr los objetivos de la construcción de instalaciones deportivas, para concluir felizmente la "operación cemento" puesta en marcha por U.R.E. villera, por lo que puede decirse que la Villa respondió plenamente a la idea.
Como profesor no fue de aptitud en la docencia, por lo que muchos de nuestros compañeros (promoción 1967 – 1968) no merecieron suspender las revalidas de sexto, tal como las desarrolló y las afrontó personalmente, perdiéndose un verano para prepararlas. Al contario nuestras metas hubiesen sido de superior meritos y provechos. De todo modo, llagamos a donde llegamos gracias a nuestros esfuerzos, y pundonor.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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