domingo, 14 de enero de 2018

"FOTOGRAFÍAS IMPACTANTES".



El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; ISIDRO FUENTES MELIÁN, remitió entonces (19/01/2014) estas notas que tituló; "FOTOGRAFÍAS IMPACTANTES": “… Se cumplió en el año 2014 el 9º aniversario de la exposición de fotos de Evaristo que él titulaba "FOTOGRAFÍAS IMPACTANTES", Le animábamos entonces a que fuera reiterativa e itinerante, con el fin de que incorporara aquellas nuevas fotos que con el tiempo fueran engrosando su colección.
En la invitación de entonces aparece el Belair del Puerto de la Cruz en plena construcción, indicándonos que el tema giraba principalmente en torno a la profesión de Evaristo (aparejador). También se adjetivaban las fotos de "impactantes". El impacto se recoge en sus dos vertientes: negativa y positiva. Es decir, belleza y creatividad frente a vulgaridad y ramplonería, lo que debe y lo que no debe hacerse.
Evaristo es aparejador; Arquitecto técnico, aunque él piensa que un cura de pueblo no es un obispo técnico. Pero por su otra afición a las "letras" se doctoró en periodismo ya entrado en años •.. Está y debe sentirse orgulloso de ello, dadas las circunstancias que concurrían. Jubilado y retoñando nietos por doquier, no es para menos.
Esencialmente Evaristo es y fue siempre un matemático. Sobresaliente en aritmética y geometría, ya desde niño se sentía como pez en el agua con los números y las medidas. Aparte de una pelota o un balón (apetencia universal de cualquier niño junto a algo que se mueva sobre ruedas, sobre el agua o por el aire, que es el muro por donde trepan los aviones)... Juguetes para él eran un reloj, con cuantas más esferas mejor; almanaques y calendarios con equinoccios, solsticios y ciclos lunares; cronómetros, reglas de cálculo, tablas de datos, engorrosas operaciones aritméticas •... Con un sextante y un astrolabio en sus manos hubiese estado feliz descubriendo estrellas y soles, midiendo las distancias, cartografiando tierras y limitando parajes desconocidos.
Tal vez como aparejador tuvo oportunidad de realizarse en esa faceta de sus aficiones. Pero también, como en otras profesiones, tuvo que enfrentarse con la praxis, con el día a día, sobre todo en los primeros años de su ejercicio profesional: el boom turístico de la década de los sesenta en El Puerto de la Cruz, en una actividad que Evaristo rechazaba profundamente: ambiente competitivo y árido, con deslealtades, rencillas, envidias, órdenes, contraórdenes y desórdenes, desencuentros con proveedores, ii comisiones!!, trato con especuladores, desmedidos afanes de lucro y de riqueza inmediata ... en una versión canaria de "El Dorado" que algunos han calificado como una "segunda invasión", una nueva colonización que aun hoy, a Evaristo, solo con recordarlo le pone los pelos de punta ...
Quien haya seguido a Evaristo en sus actividades de aparejador y periodista se da cuenta de sus dos preocupaciones principales. Una, la conservación de la naturaleza y sus bellezas, del  entorno físico, de los valores ecológicos como enriquecedores de nuestras vidas y nuestra canariedad. La otra, el impacto que el desarrollo, el progreso Y.las tecnologías avanzadas puedan tener en nuestras islas. La eterna dialéctica progreso-conservación que él compagina de la forma más equilibrada, más sensata y más progresista.(Progresista es el que pretende para hoy lo que, por los intereses creados y sectarios o inmovilismos imposibles, será dentro de 10, 20 ó 30 años) lógicamente, él cree que con el cemento, el hierro, los forjados, la cal y la arena, las maderas nobles y los más diversos materiales de construcción se pueden hacer obras de arte perdurables, que satisfagan la inclinación de todos los seres humanos a la creatividad, que sumen y no resten a nuestro bienestar físico y psíquico y que sean testimonio de nosotros y de nuestro tiempo para el futuro y para la historia.
Esta exposición tiene que ver con todo esto y nos advierte de que Evaristo nos sigue y nos vigila de cerca, con mentalidad insobornable de policía y de fiscal, dispuesto a la denuncia o al elogio según se hagan las cosas. Por eso le animamos a que continúe en esa labor esperando ver, con alegría, en la próxima exposición, cómo se desmonta El Belair a la misma velocidad con que se construyó. Ver como una hilera de camiones baja por la montaña de lilas Arenas" llevándose ladrillo a ladrillo el hotel "las Águilas". Dejar a "la buena de dios", en las manos del tiempo, al "Lago de Martiánez" para que en unos cuantos milenios vuelva a ser el Charco de la Coronela, desafío permanente de los mejores pinceles, relax enigmático para contemplar una tarde de cielos descubiertos, reflejando destellos irisados del sol en el ocaso (en un silencio absoluto que nos permitía escuchar el murmullo de los erizos, cangrejos,  "arrancabocados", estrellas de mar, lapas, medusas y burgados luchando por la vida ....¡la Coronela!: impresionante bajío paradigmático de esa frontera misteriosa e imprecisa entre dos mundos: la vida en el mar y la vida en la tierra ... la Coronela, bonito nombre, también era refugio de bañistas los días de olas bravas en el "Charco de la Soga" que llegaban a romper contra el muro de cemento de la plaza de Martiánez ,solo desafiadas por los jóvenes más atrevidos.
Esperamos también de Evaristo unas fotos con todo detalle del túnel de 102 km en el estrecho de Bering, que UNE dos continentes, con estudio de los parámetros adecuados a nuestras islas para que de una vez y para siempre seamos una tierra canaria única, muy unida, con sus túneles que también podrían ser volcánicos, sin insularísmos caducos, ni tensiones  Absurdas ... Y, por último, una foto desde la "Estación Espacial", sacada por él en persona, con el cálculo del coseno del ángulo que forma la sombra del Teide proyectada en el Atlántico al amanecer con el meridiano horario de El Hierro, por si HAY que corregir algunos datos en nuestros relojes y nuestros calendarios al resultar, como muchos creemos, que nosotros somos el centro Y ELLOS son los periféricos…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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